No es tema nuevo que desde hace mucho tiempo, algunas mujeres, generalmente jóvenes en la etapa de la adolescencia, practican el aborto como forma de evitar tener un hijo indeseado, ya sea por problemas económicos, por miedo a ser madres a tan temprana edad, por ser madres solteras o la mayor causa, por miedo a la desaprobación de sus padres y entorno. Estas jóvenes viven en un constante miedo que las hace alejarse de sus familias, trayendo como consecuencia esta terrible práctica.
Todo este problema nace de la desconfianza de los adolescentes hacia los padres, pero surge también de la incomprensión que éstos muchas veces demuestran. Lo mejor que un padre puede hacer es hablar, no hacer de esto un tema tabú sino informar a sus hijos de toda esta situación, así se podrá evitar que surgan estos embarazos a temprana edad o crear un lazo de confianza con sus hijos para que éstos recurran a ellos si es necesario y así contarles que viene un niño al mundo y no tener que recurrir a la práctica del aborto.
Es muy raro que una joven le confiese a sus padres que se va a realizar un aborto, en general, este tema no es motivo de conversación entre padres e hijos, perdiendo cierta posibilidad de reconsiderar la situación. Muchas jóvenes, toman una decisión apresurada de la que después se arrepienten, solo por no haber contado con el apoyo de sus padres. Muchas mujeres creen que luego del aborto todo será lo mismo de antes, pero esto es falso, existen muchísimos problemas, desde quedar estéril hasta entrar en estados de depresión por la culpabilidad de haber acabado con la vida de un ser humano, de un hijo.
Los abortos se dividen en varias formas y situaciones. Los más practicados y con menos riesgos, son los efectuados en el primer trimestre de embarazo y constituye estadísticamente el 90 % de los casos. Los abortos del segundo trimestre son casi la totalidad de los restantes, ya que en los últimos 90 días, solo se llevan a cabo, en caso de extrema urgencia.
En casi todas la sociedades del mundo y sobre todo en la Iglesia Católica, el aborto no es bien visto, para la Iglesia ésta práctica es considerada un homicidio directo a una persona inocente y nadie tiene derecho de quitarle la vida a otra.