En la mayoría de las sociedades, las drogas son un tabú y están prohibidas por las leyes debido que los gobiernos consideran que son adictivas y que llevan a comportamientos antisociales. Mientras que en otras culturas si están permitidas, ya que son utilizadas como parte de rituales religiosos o como método tradicional de curación. Cuando las drogas producen un estado mental alterado, la gente cambia su estado de conciencia y se arriesga a sufrir consecuencias peligrosas. El consumo de drogas que alteran el estado mental es uno de los pocos tabúes generalizados, y sin embargo la gente suele resistirse con fuerza a esta prohibición.
Aunque la existencia de una prohibición global de drogas sea un fenómeno del siglo XX, lo cierto es que la existencia de tabúes o prohibiciones de ciertas formas es mucho más antigua. La cultura occidental, influenciados por la moral judeo-cristiana, ha levantado un tabú moral en torno a ciertas sustancias desde hace siglos, y los fenómenos de prohibición, a veces transitoria, de drogas ajenas a la propia cultura, como sucedió con el café o el tabaco, han sido recurrentes. Diversos estudios antropológicos parecen demostrar que algunas de estas prohibiciones, referidas sobre todo a drogas alucinógenas, han llegado incluso a incorporarse al inconsciente colectivo.
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